Laura Antillano
Escritora Venezolana
Escritora Venezolana
Alejandro Vásquez: Fotografiar narrando.-
Alejandro Vásquez en su libro: Seis fotógrafos, seis visiones (1997, Facultad Experimental de la
Comunicación y la Información, Maracaibo). Entrevista a cinco fotógrafos
zulianos y finalmente se incluye, dando una visión completa y compleja de lo que ha significado su generación en el
desarrollo regional de la fotografía.
Su labor en general nos resulta de gran interés porque
revela una verdadera pasión de su parte, es un investigador honesto y serio, y
paralelamente desarrolla una actividad docente en el área desde hace muchos
años, estableciendo vasos comunicantes entre lo uno y lo otro.
Su concepción del trabajo docente con la fotografía integra
un análisis del proceso de la creación, es decir, concibe el acto mismo de
ejecutar el hecho fotográfico como un acto creativo, y celebra la posibilidad
de incorporar en ello lo lúdico que reviste tal proceso.
Con ello nos recuerda al gran Joaquín Cortés, cuando
insiste en despojarse de pensamientos e ideas y fotografiar, salir a mirar, a
descubrir.
Vásquez cuenta la siguiente anécdota en su libro: “Una
mañana, llegué al salón y no me paré enfrente como de costumbre, sino que me
senté en un pupitre ubicado en el centro del grupo. Sin explicación previa
comencé a leer poesía de Víctor Valera Mora. La clase debía terminar a las 11 y
40 minutos y se extendió hasta pasadas las 12 del mediodía. Todos oían, después
leyeron, encantados. Aquí la poesía se asume como metáfora visual, como
transcripción de imágenes en la medida en que libera al participante de las
ataduras lógico/racionales”. (1997,113).
Este nivel de apertura motivacional, poco común, tiene un
objetivo importante como finalidad:
“El asunto es que
por diversas circunstancias tenemos la sensación de que estas vivencias han
sido esporádicas y no permanentes ni sistemáticas. Porque el salto se producirá
cuando ocurra lo contrario, y por decir algo, la cuestión de la relación de
diafragma o de tipo de película, se constituyan en lo anecdótico, lo
complementario de una clase de fotografía creativa, que lo fascinante sea la
manera como se compartió ese conocimiento”(1997, 113-114).
Ver expresadas estas estrategias del trabajo didáctico nos conmueven,
porque es una búsqueda en la que incursionamos continuamente con relación a la
enseñanza de la literatura (si es que ésta se puede enseñar).
En su libro anterior, Alejandro predica: “Al adulto
verbalizador y formalista le resulta endiabladamente difícil acceder a ese gran
archivo de filmes de vida que es el inconsciente. Solamente una vuelta atrás,
un reencuentro con lo emotivo/visual pudiera acercarlo a ese almacén de la
libertad. De lo hedonista. De lo creador” (1997,p.113).
En Alejandro Vásquez hay ese empeño del maestro que
realmente ama o siente placer en transmitir un conocimiento y ver, como sus
alumnos de fotografía, pueden llegar a empuñar
la cámara, como una prolongación de su relación con el entorno.
Sobre su propio acercamiento a la fotografía dice: “Uno se
hizo fotógrafo para colocarse más allá de las ráfagas de preguntas, e
interrogar viendo”.
Su propio crecimiento en este proceso lo percibimos en su
último libro titulado: “Anotaciones sobre el reportaje y el ensayo
fotográficos”,( Fundación El perro y la rana, 2012, Caracas).
Este libro es un
recorrido por su revisión a la obra de grandes fotógrafos internacionales,
desde la perspectiva de quien elige el reportaje y quien el ensayo, o más bien
cuando, porque para Vásquez cada uno de estos géneros responde a una motivación
u objetivo distinto.
Una idea muy acertada en este libro es la relativa a la
concepción del narrar a través de la fotografía y la comparación que hace con
el cuento y la novela.
“El reportaje fotográfico es un relato visual corto
similar al cuento en la literatura. Es más cerrado y referencial en su manera
de contar. El ensayo seria la novela, más flexible, más abierto, sin grandes
finales ni conclusiones axiomáticas. El reportaje se estructura con más
frecuencia narrativa y argumental en un tiempo secuencial, necesita del texto
aclaratorio o complementario. El fotógrafo, aunque interpreta, actúa más como
testigo presencial para representar la realidad.”(2012, p.87).
Recordamos ante esta premisa, las comparaciones realizadas
por Julio Cortázar, al relacionar el cuento con la fotografía y la novela con
el film.
En un mundo cada vez más absorbido por lo audiovisual, su
efectividad narrativa es una virtud de la cual debemos aprender, estableciendo
relaciones cotidianas con la herramienta que significa.
Dentro del contexto del ensayo sobre fotografía en este
momento en Venezuela, la labor de Alejandro Vásquez tiene un valor particular,
desde la didáctica y fuera de ella. La virtud de su labor reside en la
constancia, la profundidad y el entusiasmo, sin considerar la propuesta de
fondo que es, en síntesis, una celebración al hecho fotográfico.
Saludos Profesor
ResponderEliminarEl sentimiento se torno oscuro
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